¿A qué se parece el Reino de Dios?
Evangelio según San Lucas 13,18-21.
Jesús dijo entonces: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas". Dijo también: "¿Con qué podré comparar el Reino de Dios? Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa".
El evangelio nos ofrece hoy dos pequeñas parábolas sobre el Reino de los cielos, parábolas que los describen como una realidad viva y poderosa pero que va creciendo en el silencio y en la humildad de lo cotidiano.
Esta idea nos ayuda a leer la primer lectura de hoy que nos habla de la esperanza: Pablo la ubica en el corazón de todo lo que existe como fuerza que empuja hacia la plenitud cierta que es alcanzar a Dios. Es como si Pablo nos invitara a imaginar toda la realidad como una gran peregrinación que a fuerza del deseo de llegar a Dios va gimiendo, cantando y avanzando hacia la plenitud de Dios. Esa esperanza es la que nos salva y la ha sembrado Jesús resucitado que en su amor ha hecho nueva todas las cosas, las ha colmado de su Espíritu, ha puesto su vitalidad como corazón del mundo. ¿De que nos sirve esta perspectiva? Para tener la convicción real que lo cotidiano, con sus fatigas y renuncias, con su dolor y cruces están fecundado por el amor de Dios, que Dios obra a pesar de la experiencia del mal y que la mirada de la fe puede percibir ese sentido nuevo que viene de Dios. Ejercitemos esta mirada de fe: seamos realistas desde la esperanza cristiana que sabe descubrir que la fuerza de Dios, de su amor y compasion, en nuestro día a dia. Y no dejemos de buscar y caminar juntos hasta la plenitud en donde Dios será todo en todos.
Que la madre de la fe y de la esperanza interceda por nosotros.
Buen martes!