Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!
Evangelio según San Lucas 12,49-53.
Jesús dijo a sus discípulos: "Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división. De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".
"Dios regala vida eterna por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro." La respuesta de Dios frente al pecado y a la muerte es misericordia y vida. Esto es algo que no podemos olvidar jamás para que nuestra fe no se pierda en moralina. Dios nos comunica su vida, nos hace fecundos con su vida (segunda estrofa del salmo de hoy) y esa vida nos viene dad por y en Jesús.Este Jesús es aquel que hoy se nos manifiesta con su tensión interior: el fuego que lo anima, el fuego que es el amor por nosotros ha de ser donado y recibido...y para ello debe morir, renunciar a si mismo y en el gesto de la cruz regalarnos su aliento de vida, comunicarnos su amor para que en nosotros HABITE, para q nos abrace y nos impulse a ser testigos de su misericordia, testimonio que no estará privado de agonía, es decir, de lucha frente a la incomprensión de muchos y lucha dentro de nuestro propio corazón para cumplir junto con Jesús la voluntad de nuestro padre.La realidad que nos anima es y será siempre la fidelidad de Dios: sólo porque él ha sido fiel nosotros podemos entregarnos totalmente a su voluntad, a veces entre lágrimas, pero conscientes que en la vivencia radical de su seguimiento seremos verdaderamente fecundos.Que hoy experimentemos esta vida-fuego que la gracia nos ha comunicado y que encendidos en su amor demos un paso más en nuestra respuesta fiel a Dios y si vemos que ese fervor se esta apagando hagamos lo que la carta a los hebreos nos decía el domingo: corramos al trono de la misericordia para dejarnos colmar y vivificar por el amor de Dios.
Que la virgen fecunda interceda por nosotros.
Buen jueves!