No nos cansemos de hacer el bien.
Evangelio según San Lucas 6,6-11.
Otro sábado, entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si curaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: "Levántate y quédate de pie delante de todos". El se levantó y permaneció de pie. Luego les dijo: "Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?". Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: "Extiende tu mano". El la extendió y su mano quedó curada. Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús.
Pablo en la primera lectura nos habla de ser cristianos perfectos. ¿Que significa esto? ¿Cual es la fisonomía de esa perfección? Te comparto algunos elementos que aparecen en la palabra de Dios de hoy y te invito a que te quedes con uno y lo medites para encarnarlo en tu vida.
El primero es la capacidad de dejar que Cristo nos HABITE: "Cristo en ustedes, esperanza de la gloria". Dejarse colmar por la presencia de Cristo contemplándolo y dejándonos impregnar por su sabiduría y su inteligencia para que, en comunión fraterna, caminar y vivir según el designio de Dios, q son los caminos del amor.
En segundo lugar no cansarse de hacer el bien siempre y en toda ocasión: así lo vemos en el evangelio en donde Jesús supera la mal concepción de la ley de su época y pone la caridad, el darle la vida a otro, como vector que ha de dirigir la acción cotidiana de los hombres.
Y en tercer lugar, y quizás la piedra fundamental y la condición de posibilidad de las otras dos, la confianza a la cual nos alienta el salmista...confianza que se ha se aprender y cultivar en la intimidad filial con nuestro Padre: "Sólo Dios es mi esperanza, mi confianza es el Señor; es mi baluarte y firmeza, es mi Dios y salvador. De Dios viene mi salvación y mi gloria; Él es mi roca firme y mi refugio. Confía siempre en Él, pueblo mío, y desahoga tu corazón en su presencia, porque sólo en Dios está nuestro refugio".
Toma uno de estos elementos y meditalos en el secreto de tu corazón...
Que la madre de Dios interceda por nosotros.
Buen lunes!