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¿Que tendrá su palabra?

Evangelio según San Lucas 4,31-37.

Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y enseñaba los sábados. Y todos estaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad. En la sinagoga había un hombre que estaba poseído por el espíritu de un demonio impuro; y comenzó a gritar con fuerza; "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios". Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre". El demonio salió de él, arrojándolo al suelo en medio de todos, sin hacerle ningún daño. El temor se apoderó de todos, y se decían unos a otros: "¿Qué tiene su palabra? ¡Manda con autoridad y poder a los espíritus impuros, y ellos salen!". Y su fama se extendía por todas partes en aquella región.

"¿Qué tendrá su palabra?" Se preguntan las personas al escuchar a Jesús que despertaba asombro, atraía y a la vez ordenaba y expulsaba a los demonios. Esta podría ser una idea para la oración de hoy, idea q se viene repitiendo últimamente y que nos invita a despertar en nosotros el asombro frente no sólo al contenido de lo que Jesús dice sino también a que Él, Dios verdadero, quiera hablarnos como amigos, entrar en relación con nosotros, intimar verdaderamente con nuestra pequeñez. Pero también hay algo en las lecturas de hoy que me parece importante. San Pablo nos llama a la esperanza y a un estilo de vida según la esperanza cristiana: vivir como hijos de la luz, estar despiertos, ser sobrios. Depende de que esperamos como meta de nuestra existencia será nuestro estilo de vida: el sentido final es raíz de las acciones cotidianas. ¡Cuanto para mirar aquí! Pero me quedo con un tercer elemento: la vida y la esperanza cristiana no es individualista sino que se entiende desde la fraternidad concreta...y por eso Pablo invita a "animarse mutuamente y ayudarse unos a otros a seguir progresando". Que importante que eduquemos nuestro corazón en este estilo fraterno de sostenernos mutuamente en nuestro camino de santidad. Que nuestro " espíritu crítico" este orientado no a la competencia ni a la crítica feroz sino a la percepción de la necesidad del otro en su camino de conversión para ayudarnos a crecer sostenidos para el común consuelo y gozo que procede de la fe de Dios. Creo que en esto nos falta mucho por crecer en su ponerlo en práctica: ayudarnos a progresar en la fe, en la esperanza y en la caridad. Tejer una fraternidad concreta en el saber cuidarnos unos a otros.

Por eso te invito hoy a que reces por aquel hermano\a que veas que necesita de tu ayuda real en su camino de fe y que si podes sepas acercarte para animarlo a crecer un poco más en su vocación a ser santo.

Que la virgen María, madre de la iglesia interceda por nosotros.

Buen martes!


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